domingo, 29 de abril de 2007

Nada Surf - Blankest Year

Nada Surf - Blankest Year (The Weight Is a Gift)

Oh, to hell with it
I'm gonna have a party [x2]

I had the blankest year
I saw life turn into a T.V. show
It was totally weird
The person I knew I didn't really know

Time don't move
We're the only ones who do
Bendin' reason
'Cause its all we hold on to

I had the blankest year
I saw life turn into a T.V. show
It was totally weird
The person I knew I didn't really know

And I was lonely
Thank god the band's doing well
But you don't own me
I'd like to return this spell
'Cause it's not my size
And your lies are so much bigger than my lies
And your ties are made of things that shouldn't be ties

Oh, fuck it
I'm gonna have a party [x3]

sábado, 28 de abril de 2007

viernes, 27 de abril de 2007

Perfección

[Extraído de www.rae.es]

Perfección:

(Del lat. perfectio, -onis).

1. f. Acción de perfeccionar.

2. f. Cualidad de perfecto.

3. f. Cosa perfecta.

4. f. Der. En los actos jurídicos, fase y momento en que, al concurrir todos los requisitos, nacen los derechos y obligaciones.

sábado, 21 de abril de 2007

miércoles, 18 de abril de 2007

Manifiesto de la Libertad

Sin estupideces: ¿Qué es el bien y qué es el mal? ¿Alguno de los aquí presentes -y digo "aquí presentes" de un modo muy metafórico, créeme, lo que busco claramente es potenciar la función apelativa- maneja algún tipo de código moral o ético? Los más estúpidos (¿por qué demonios la única palabra no coloquial que suena contundente es "estúpido"?) se levantarán y gritarán al cielo que no, que no lo necesitan, que es una absurdez, que no hay que pensar en esas cosas, sólo vivir. Es lo que responden el setenta por ciento de los adolescentes cuando les pregunta el profesor de Ética. Los más ignorantes (aquí entras tú) también se levantarán, para asegurarse de armar al menos tanto revuelo como sus compañeros de clase y para, de paso, gritar al cielo que sí siguen un código de honor como héroes y heroínas que deben ser con tal de que su futuro y el del planeta sea feliz. Ahí tenemos el otro treinta. Pero nos dejamos a alguien. A los más inteligentes, como no podía ser de otro modo. Los más inteligentes nunca aparecen en las estadísticas. Ellos dudarán. Vamos a ver si, por una vez, nos podemos poner en su pellejo.

Los estúpidos son estúpidos, lo sabemos, les conocemos. Y ahora dicen que están orgullosos de no ceñirse a ninguna moral. Seguro que están equivocados. A ver, tendremos que repasar... Si uno no tiene moral -y no me refiero a una moral decente para la sociedad, sino una moral que defina su personalidad, ya sea la personalidad del marqués de Sade o de la madre de Calcuta-, tenemos a un animal sin poco más que ofrecer que unos pocos genes para asegurar la continuidad de la especie. Una especie que, por cierto, ya ha aprendido a crear dispositivos con las mismas inquietudes intelectuales que ellos. Es como para sentirse inútil, ¿verdad? O estúpido.

Los ignorantes han dado el grito y se han quedado a gusto. Vamos a frustrar a esos creídos. Se creen héroes y heroínas porque creen que actuarían del modo que tienen planeado en el momento adecuado, aunque ese momento nunca llegue a existir. Y aunque lo hicieran, estarían actuando para sentirse felices. Tanto si quieren ser médicos para salvar a gente, o ir al ejército a matar a mucha gente para salvar así a otra gente, o ser bomberos y salvar a gente, o ser unos mártires masoquistas peregrinando por la salvación de la humanidad ante la llegada del Apocalipsis... todos ellos harían esas cosas para sentirse felices. Lo harían por beneficio propio. Para alimentar su ego. Pero sólo eran los ejemplos más típicos, los cuales son, quizá, los menos fáciles de detectar. La magia de la hipocresía. Es más obvio en el caso de un egoísta, que hará lo posible por quedarse con todo y así ser más feliz. Pero no será feliz por tenerlo todo, sino por la satisfacción de haberse realizado en su naturaleza. ¡Punto extra de fuerza de voluntad! Superman no es feliz por salvar personas. Es feliz porque sabe que está por encima de ellas.

Hablando de Superman, ¡no nos olvidemos de nosotros mismos! Los más inteligentes nos hemos quedado dudando. No tener moral es estúpido, pero tenerla no parece mucho más digno. Y eso que la definición de "digno" pasa por seguir la moral de uno mismo. Qué ironía. Pero, en fin, ahora somos inteligentes y nos damos cuenta de que quien tiene que captar esto son el resto de las personas.

¡Horror! Los estúpidos han advertido que dudamos y nos llaman estúpidos por no pensar como ellos. Los ignorantes sólamente nos miran de reojo, mofándose de nuestra evidenciada falta de lucidez. Ante tal panorama, los inteligentes nos golpeamos la cabeza contra la pared hasta que nos damos cuenta de algo. Ser éticos es lo mismo que no serlo. La moral no existe. ¿Cómo podría nunca haber existido? Es una obvia imagen mental evolucionada del instinto animal y adaptada para una vida en sociedad. La humanidad no es digna. No puede serlo. No tiene los medios para serlo, ¡esos medios ni siquiera existen! Decepción para los ignorantes: la humanidad es estúpida. Excepto los inteligentes. Los inteligentes somos estúpidos e ignorantes. Estúpidos porque funcionamos del mismo modo automático que todos los demás, e ignorantes porque detrás de la gran duda hay un código moral que nos está impulsando a dudar sin que nos hayamos dado cuenta hasta ahora.

Es en este punto en el que agarramos la pistola e insertamos frenéticamente su cañón en nuestra boca. ¿Que por qué? Porque desde que se puso la capa, Superman nunca fue feliz.



miércoles, 11 de abril de 2007

Paul Valéry

"Temen morir y no temen vivir".

Paul Valéry